El desafío del proyecto residía en la creación de una vivienda de un solo nivel, manteniendo todos los espacios al mismo nivel y sin desniveles, a pesar de la topografía inclinada del terreno, con la entrada ubicada en la parte más alta. Abordamos este desafío nivelando la planta a través de las cimentaciones, permitiendo así una disposición uniforme de los espacios. El diseño del volumen de la casa, observado desde arriba, presenta una forma que se asemeja a la letra 'E', distribuyendo estratégicamente los diferentes espacios y abarcando un árbol preexistente. Esta decisión se alinea con uno de los principios fundamentales del proyecto: minimizar el impacto de la casa en su entorno natural.
La disposición del volumen se caracteriza por su fachada cerrada hacia el exterior, contrastada con amplios ventanales que se abren para aprovechar las impresionantes vistas sobre las copas de los árboles