Proyectamos el diseño de una vivienda para una familia en búsqueda de aumentar sus integrantes. Necesitaban una casa, un refugio en la naturaleza que les permitiera crecer y echar raíces en un entorno rural muy cercano a la urbe. Planteamos la vivienda cual si fueran dos leños: el primero, mirando al bosque, alberga los dormitorios, servicios y la oficina; mientras que el segundo, perpendicular al anterior, contiene el espacio común (cocina, comedor y living), como una serie de desniveles que siguen la pendiente natural del terreno, trasladando el descenso que se produce al caminar en el exterior al interior del hogar. Los grandes ventanales se enfocan en relevar la vista hacia el valle y su vegetación.
La orientación de cada sector de la casa está pensada en optimizar la ganancia de luz natural, a la vez que mantiene las vistas deseadas: bosque, valle y ciudad.