La nueva ley de eficiencia energética ley 21.305, promulgada a comienzos de 2021, establece que, a partir de este año, para obtener la recepción municipal definitiva, las edificaciones nuevas, como viviendas, edificios de uso público, edificios comerciales, entre otros, deben contar con una calificación energética.
¿Y en qué consiste la clasificación energética? La calificación consiste en una etiqueta con colores, porcentajes y letras que van desde A+ hasta G. Esta etiqueta muestra el porcentaje de ahorro en la demanda de energía de la vivienda para lograr calefacción, enfriamiento e iluminación en la vivienda, además de mostrar el porcentaje de eficiencia energética, dado por la disminución de la demanda de energía, esto básicamente significa, que más alta la calificación, mas eficiente es la edificación.
Hasta este año, la clasificación energética era voluntaria, pero a partir de ahora se vuelve obligatoria para obtener la recepción municipal final . ¿Y en que consiste este tramite? Es el trámite mediante el cual, se informa al municipio sobre una construcción, y la aprobación de esta recepción implica que se ha construido según la norma y está todo en regla, tener la recepción definitiva se vuelve esencial a la hora de, por ejemplo, querer vender o arrendar.
En resumen, la entrada en vigencia de esta ley implica que las viviendas sean sometidas a un proceso de evaluación, que asegura cierto estándar de eficiencia energética y confort térmico, proceso que resulta en un etiquetado de la vivienda, en un sistema similar al usado en nuestro país para etiquetar el uso de energía en electrodomésticos y automóviles.
Una vivienda con un mayor estándar térmico cumple con la normativa, pero también será un espacio más confortable para quienes la habiten. Más allá de pensar en la obligatoriedad de la calificación, pensemos en cómo una forma de elevar los estándares para obtener viviendas más confortables, eficientes energéticamente y sustentables.